viernes, 21 de marzo de 2008

La crucifixión en Filipinas



En la localidad de San Pedro de Cutud, cada Viernes Santo crucifican a 10 hombres y flagelan a varios penitentes. De las 10 personas crucificadas, se elige a una, la cual representará a Jesús. El pueblo no se mantiene pasivo ante tal celebración, sino que también participa en la representación del prendimiento y crucifixión de Cristo.

Continuando con la celebración, el “Mesías”, espera en su casa la llegada de los centuriones romanos, quienes lo llevarán ante Poncio Pilatos. Ya condenado, tiene que cargar una cruz muy pesada y llevar una corona de espinas de verdad por un camino de dos kilómetros. Siguiendo al “Mesías”, se encuentran los penitentes, los cuales están encapuchados y se van azotando las espaldas desnudas al mismo tiempo.


Una vez que están en su Gólgota particular, los hombres se crucifican. No es una crucifixión falsa, sino que se incrustan clavos de verdad sobre las manos y pies. Esta costumbre es muy antigua, desde hace ya más de medio siglo, sin embargo es sólo desde 1992 que se cuenta con crucificados reales.


Las calles que conducen al Gólgota de Filipinas se encuentran bañadas de sangre de los cientos de flagelantes. El Gólgota es un pequeño montículo justo en el medio de un arrozal en San Pedro de Cutud, ubicado a 70 kilómetros al norte de Manila. El Vaticano ha mostrado una posición en contra de estas representaciones, sin embargo el Gobierno no piensa realizar cambio alguno debido a que resulta ser un atractivo turístico muy importante.

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